Cuando acaba algo, siempre piensas en cómo empezó.
Hoy, ha finalizado el primer año de universidad.
Y puedo asegurar que cuando disfrutas algo al máximo,
vives cada momento, cuando realmente eres feliz,
todo acaba demasiado pronto.
Ha habido momentos malos, pero los momentos buenos los superan y borran.
He sufrido, y he disfrutado; he llorado y he reído; he caído y he aprendido a levantarme;
he aprendido a ser independiente, a saber cuidar de mí misma,
a conocer quién está a tu lado realmente y quien te aprecia y valora,
a afrontar los miedos, y sobre todo a saber que lo que tenga que ser será, y que si por algo ocurre,
es porque así debe ser.
Ha acabado uno de los capítulos más intensos de mi vida,
pero la tinta del bolígrafo aún está casi llena;
aún queda mucho,
pero hay que permanecer con los ojos abiertos para poder aprovechar lo que venga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.